Se ha dicho que no puedes llevarte tu peculio a la tumba contigo. En la NBA, las selecciones de draft son como el peculio.
Está aceptablemente ser frugal. Conservar su peculio es inteligente, hasta cierto punto. Lo que quieres evitar es ser francamente de ocasión.
Se aconseja a los equipos que se aferren a ellos, hasta que surja una oportunidad. Donde uno lo hace, no quieren ser baratos.
Por ejemplo, supongamos que Luka Doncic de los Dallas Mavericks solicitó un intercambio. Valdría una gran cantidad de caudal de desvío.
Mientras tanto, el Utah Jazz tiene una de las colecciones más impresionantes de la NBA.
¿Podrían cambiar por Doncic este verano?