Hay una razón por la cual el draft de la NBA tiene una quiniela. No, no solo para minimizar el propósito de tanque. El draft en sí mismo asimismo es una gran desafío.
El hecho de que un deportista sea una selección incorporación no significa que será una destino.
Ningún pick de quiniela quiere padecer la temida rótulo de imagen. Inevitablemente, algunos lo harán. Si cada selección de los 5 primeros terminara siendo un deportista destino, no habría sitio para los jugadores de rol en la NBA.
Por ejemplo, mira a Marvin Bagley III. Por ahora, parece evidente que no estará a la categoría de las expectativas que tenía como segunda selección común.
Al mismo tiempo, ha mostrado cierto potencial con los Detroit Pistons este año.
¿Podrían enviarlo a los San Antonio Spurs este verano?